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17 de Diciembre de 2020

Comunidad hospitalaria agradece labor de grupos de damas de voluntariados por su colaboración durante la pandemia

A pesar de la pandemia, las voluntarias Damas de Amarillo, Damas de Blanco y el grupo de la Iglesia Maranatha, continuaron prestando su colaboración a los pacientes del Hospital Dr. Eduardo Pereira de Valparaíso, lo cual fue reconocido y agradecido por la Dirección del establecimiento y la comunidad hospitalaria.

Aunque las voluntarias no han podido realizar sus actividades habituales de manera presencial ni con contacto físico con los pacientes y sus familiares, se han mantenido presentes de otras maneras, dando continuidad a su valiosa labor.

Para aportar al bienestar de los usuarios durante la estadía hospitalaria, las damas de los voluntariados han facilitado su stock de insumos para colaborar con aquellos que más lo necesitan, entregando así no sólo mayor bienestar a los usuarios sino que también tranquilidad a los funcionarios, pues los pacientes cuentan con lo necesario.

La enfermera a cargo de coordinar la Oficina de Informaciones, Reclamos y Sugerencias, OIRS, Francisca Rubillanca, manifestó que el voluntariado “es de gran apoyo para los pacientes hospitalizados, no sólo en lo material sino también emocional ya que brindan acompañamiento a todo el que lo necesita.  Son personas que están comprometidas con el prójimo y, muchas veces realizan actos llenos de bondad y sobre todo, con cariño hacia usuarios que se encuentran en situación de enfermedad, angustia, preocupación, dolor y mayormente incertidumbre de no poder estar con sus seres queridos”.

Asimismo, señaló que para los funcionarios del hospital, “el voluntariado nos permite visualizar la parte más humana del ser humano, centrada en la preocupación de un otro. Los hospitales en general, tienen distintos tipos de voluntariado y siempre ha sido bien visto por la comunidad funcionaria, sobre todo como un apoyo a nuestra labor asistencial”.

Las agrupaciones de voluntarias  se preocupan por el bienestar emocional, psicológico y espiritual de las personas hospitalizadas, visitando las salas de Cirugía y de otros servicios, (hasta principios de 2020) y consultándoles a los pacientes qué necesitan, en cuanto a ropa y útiles de aseo y contactándose con sus familiares responsables.

En este tiempo de pandemia, la ausencia de voluntarias dentro del hospital se ha notado. “El impacto ha sido probablemente en tener menos contención emocional, en cuanto a esa palabra de aliento, a no contar con esa persona que sin conocer al otro le pregunta si necesita algo”, comentó Francisca Rubillanca.